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Qué tan frecuentes son las quejas en mi vida

La queja es un discurso que manejamos en nuestro interior o bien que lo expresamos a las demás personas, demostrando un malestar, sufrimiento, dolor o incomodidad que va de la mano de la crítica hacia algo o alguien. Muchas veces esas quejas nos cargan de energía negativa provocando estrés o ansiedad. 

Pueden surgir por motivos diversos, veamos tres razones concretas. La primera de ellas es porque las personas se sienten insatisfechas, con un gran vacío, que no encuentra motivación ni sentido a su vida, a lo que hace, o con quienes comparte.

Otra razón que genera que las personas se quejen es el hábito, asumen el quejarse como parte de la comunicación diaria, aprendieron de sus familiares, no tienen temas de conversación si la queja no está inmersa en sus ideas diarias, al punto de no saber de qué hablar.

Y la tercera razón es el egocentrismo de la gente donde no se evidencia la empatía, es decir que viven pensando que solo ellos merecen sobresalir, ser reconocidos, tener lo positivo, que cuando obtienen lo contrario se quejan y además no tienen la capacidad de ponerse en el lugar de los demás e incluso felicitar ante los logros de quienes tienen cerca.

Tengamos presente que el quejarnos nos hace estar inmóviles en el camino, nos bloquea la toma de decisiones, nos hace comportarnos como víctimas donde nos lamentamos de lo que ocurre y no accionamos. Las quejas son agujeros de color negro que nos roban la energía, porque el lamentarse por los errores o las oportunidades perdidas no ayuda a avanzar, y para madurar y salir adelante ocupamos lo contrario.

Quienes se quejan por todo, la mayoría del tiempo se ven enojadas, pasan esperando que se resuelvan las cosas solas, o bien pensando en que nuevamente pasará por una “desgracia”; las limitaciones o frustraciones normales por las que pasamos todos en algún momento de la vida son percibidas como lo peor y no ven más allá, incluso parece que utilizan anteojos oscuros para ver a su alrededor y no visualizan los colores y las opciones de salir adelante.

En ocasiones, las relaciones interpersonales se ven fragmentadas, ya que el estar cerca de otra persona que solamente vive en la queja, en lo negativo, en el pesimismo, tiende a cansar y los demás se alejan porque es una carga emocional y deteriora la estabilidad del otro.

Es importante que tengamos presente que dejar de lado la queja nos puede aportar grandes beneficios, como:

  • Mejora el estado de ánimo y la salud en general.
  • Creamos herramientas para resolver conflictos y otras dificultades cotidianas.
  • Quienes compartan con nosotros disfrutarán más de estos espacios porque existirá más motivación y positivismo.
  • Se dejan de lado las emociones negativas como el enojo, la tristeza, la envidia, otros.
  • Nos enseña a responsabilizarnos de los actos en lugar de culpabilizar a las otras personas.

El tiempo es un recurso tan valioso e importante en la vida de todo ser humano, que merece ser aprovechado, por eso analicemos si estamos invirtiendo ese tiempo en la queja constante y requerimos cambiar para tener espacios de amor, de paz, de triunfos diarios. Errores vamos a cometer, problemas vamos a tener, diferencias de criterio también, pero con actitud y compromiso, será posible dar un giro a las quejas. Intentemos.

Licda. Carolina Blanco Vargas

 Psicóloga. Para consultas: 8846-7110

Carolina-bv@hotmail.com