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Nuevo alcalde o alcaldesa heredará efervescente situación municipal

La persona elegida prácticamente se llevará su primer año tratando de “ordenar la casa” sobre todo en el aspecto financiero.

Demandas en camino y otras que se están pagando, alta morosidad, un presupuesto 2024 improbado por el actual Concejo que tampoco ha aprobado hasta el momento lo del salario global, lo que no permite llenar las plazas que están vacantes en el municipio, son solo algunos detalles del panorama que encontrará el nuevo alcalde o alcaldesa que elijan los coronadeños, en las elecciones del próximo 4 de febrero.

Al 31 de diciembre pasado, la morosidad en la Municipalidad era de ₵2,754,672,975.00, (dos mil setecientos cincuenta y cuatro millones, seiscientos setenta y dos mil novecientos setenta y cinco colones con 00/100) una suma que se presume muy difícil de recuperar en su totalidad, en parte por las posibles prescripciones y porque pareciese que los métodos de recuperación utilizados a través de los años, no han dado el fruto esperado mediante notificaciones, llamadas, conciliaciones de cuentas pendientes y también hace unos años con la condonación de los intereses a quienes se pusieran al día con sus cuentas.

Por otra parte, hasta el momento el Concejo Municipal no ha aprobado el salario global y siguen divididos con respecto a este tema que el gobierno determinó por ley, para poner un techo a los salarios de los entes públicos y municipalidades, lo que provoca que según datos brindados por el municipio haya 35 plazas sin llenar, lo que está repercutiendo en los servicios que brinda el municipio; por ejemplo, de las cinco plazas de la Policía Municipal solo tienen a un oficial y en el área del cementerio las tres plazas de peones están vacías porque uno se pensionó, otro estaba interino pero sin la aprobación no puede ser contratado y otro incapacitado, por lo que para cubrir funerales deben buscar a algún otro empleado que quiera colaborar.

Por su parte la no aprobación en votación dividida por parte del Concejo  del presupuesto 2024 obligará al nuevo alcalde o alcaldesa a tener que utilizar el del 2023, y el que se había presentado al Concejo traía ¢200 millones más, los cuales se tendrán que disminuir para volver a donde estaban, y se deberá ajustar sobre todo para garantizar el cumplimiento en los gastos fijos: salarios, ajustes, demandas y lo que sobra se reparte entre todo lo demás, por lo que se deberá buscar los recursos o quitarlos de algunas partidas para darlos a otras y realizar las respectivas modificaciones que dependen de que la Contraloría las apruebe. Todo esto provocará que el nuevo dueño o dueña de la silla de la alcaldía deberá depender de los presupuestos extraordinarios dejando muy pocas posibilidades para cualquier nuevo proyecto, lo que augura un primer año bastante complicado y apenas para sobrevivir.

Demandas

Tras el panorama anteriormente expuesto, la Municipalidad tiene la sombra de fallos judiciales por demandas que podrían entrar en cualquier momento, aparte de lo que ya se ha pagado y se está pagando por ese rubro.

Siete empleados que fueron despedidos en el 2012, demandaron a la Municipalidad y ganaron el juicio, y se les está pagando por tractos a cinco años los montos millonarios de esta demanda, además de otros dos que también ganaron el juicio pero aún no se ha decretado el monto que habrá que pagarles, y otra suma millonaria por la demanda de un ciudadano que hace más de una década pidió permiso para poner una estación de gasolina diagonal a la entrada del Barrio San Martín, le dieron el uso de suelo, pero después de que se había realizado inversión en el sitio resultó que estaba mal dado, porque ahí no se podía llevar a cabo ese proyecto, la Municipalidad decretó lesividad (aceptó la culpa) y solo falta que se defina el monto que se presume millonario, que deberá pagar el municipio al ciudadano perjudicado y que muy posiblemente deberá enfrentar el nuevo alcalde o alcaldesa que sea nombrado.

Otro de los aspectos del nuevo alcalde será recibir el nuevo Plan Regulador, 20 años después de que se debió revisar pero no se hizo, y ahora se viene una nueva versión hecha por el INVU, que por lo visto en los talleres donde se le presentó a la comunidad de los diferentes distritos, no termina de convencer a muchos coronadeños.

Muchos retos le esperan al nuevo inquilino de la silla del alcalde, antes de empezar a desarrollar su programa de proyectos.

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