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Vecinos piden aceras en el Rodeo

Municipalidad ya notificó a los dueños de propiedades que son los encargados de construirlas. 

Caminar a pie hacia El Rodeo, sobre todo en el primer kilómetro desde el cruce, es un verdadero peligro cuando un peatón se expone a situaciones difíciles con encontrarse de frente y por detrás dos buses o camiones grandes y la gente tiene a su lado una zanja – caño, en algunos casos profunda y hasta con aguas estancadas que también los pone en riesgo.

Esta situación es la que se da para las personas que transitan por ese sector, debido a que en buena parte, en ambos lados de la calle, no hay aceras y, según Flor Zúñiga, “la Municipalidad no da mantenimiento a los caños sucios hediondos donde la gente tira basura”. No obstante, esta situación no es de ahora, sino que el problema viene desde muy atrás.

El tramo más difícil, según Zúñiga, es desde donde termina la acera que se construyó con unos apartamentos hasta el sector donde hay un negocio desde donde sigue la acera.

“Los problemas son muchos, por ejemplo, cuando llueve mucho el agua que baja inunda la calle y se hacen lagunas en los potreros”.

Para el regidor municipal Jason Gutiérrez, este asunto está en camino de solución porque afirmó que el pasado 7 de febrero, el alcalde municipal, Rolando Méndez, ordenó notificar a los propietarios de su deber de construir aceras dándoles un plazo de ley de 90 días.

“Le instruyo para que proceda a realizar las notificaciones a los propietarios, correspondientes al cumplimiento del artículo 84 del Código Municipal.  Además de notificarles las especificaciones técnicas que debe cumplir la acera a construir”, le ordenó por medio de un oficio el alcalde a Steven Mena, director de la Unidad Técnica de Gestión Vial (UTGV).

En el Concejo Municipal ya se había mocionado sobre este asunto procurando su solución, alegándose que «se visualiza una discontinua accesibilidad peatonal a lo largo de la calle El Rodeo y calle 155 en la que residen y se moviliza una considerable cantidad de habitantes. También no se cuenta con parabuses adecuados que protejan la integridad de los usuarios del servicio público de autobuses”. Se le solicitó a la administración municipal su intervención a fin de que se resguarde el derecho de accesibilidad de los peatones de forma continua dentro de los parámetros de la ley 7600, por la inexistencia de aceras”.

Se adujo que la entrada en vigor de la ley de movilidad peatonal No 9976, que declara de interés público la movilidad peatonal de forma integral, habilita a las municipalidades para que de forma directa intervengan aquellas situaciones que atenten contra la ágil y efectiva movilidad peatonal, así como suplir los deberes de los contribuyentes realizando de forma directa la construcción de las aceras y cobrándoles el costo de las obras a los dueños de las propiedades.

Actualmente la administración municipal está a la espera de que se cumpla el plazo de 90 días dados a los propietarios.

Vieja historia

Desde la década pasada, vecinos han realizado gestiones para que se solucione este problema.

En el 2014, Evelyn Quesada se quejó por el pendiente de aceras y limpieza de predios en esta zona, diciendo “han pasado más de ocho meses desde que interpuse el problema y lo único que hicieron fue quitar el pasto”.

Un año después esta misma señora decía: “a estas alturas sigo yo preguntando qué ha pasado con esto. El olor es insoportable y están dejando basura tirada”.

En ese entonces el director de la UTGV, Marco Rojas, le respondió a doña Evelyn que “el asunto que usted indica lo hemos estudiado y tenemos un estimado de costo de la solución que llega a los ¢25 millones, solo en ese sector, dinero que a la fecha no se tiene”.

Reconoce que hay una “violación de las normas sanitarias” y dice que el alcantarillado sanitario de AyA vendría a resolver el problema de los malos olores en la zona, y lo demás dependería de lo que les permitiera el presupuesto municipal.

En julio del 2021, Rocío Zúñiga solicitó que se limpiara la acera porque era imposible transitar, pues estaba llena de maleza y los transeúntes debían tirarse a la calle, lo cual los expone a un accidente o a un asalto; esto se hizo, pero también en esa ocasión ella planteó lo de la construcción de aceras en las fincas Omega y Los Choreques.

Aquí termina la acera que viene desde los departamentos, y los vecinos tienen que tirarse a la calle, pese al riesgo de un accidente.

Esta es la realidad de esta calle y el porqué de que las aceras sean urgentes.

Esta acera, que ya muestra deterioro y viene de unos apartamentos debería continuar, pero no es así.

Agua estancada y hasta ratas abundan por este sector, que requiere una pronta intervención.