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Liceo se acerca a la normalidad

La electricidad prácticamente está muy avanzada, falta una parte de la obra gris, pero aún no tienen el permiso sanitario, mientras Salud anuncia que hará una inspección.

Poco a poco los trabajos en el Liceo de Coronado han ido avanzando y aunque aún restan obras por hacer, lo cierto es que este centro educativo está recobrando la normalidad, luego del cierre del que fue objeto en octubre pasado, por parte del Ministerio de Salud.

Melissa Barboza, secretaria de la nueva Junta de Educación de este colegio, afirmó que quieren ser una junta de puertas abiertas para que el colegio surja, porque en su criterio el “colegio está hundido por malas administraciones”, y agregó “estamos luchando con las uñas para sacar adelante a este colegio”.

Barboza dijo que hay avances significativos con respecto a la obra gris y la instalación eléctrica. “La primera parte de la obra gris ya fue concluida y la segunda vamos a firmar el contrato porque ya fue adjudicada la empresa, y es bueno aclarar que todos estos fondos públicos están en la caja única del Estado”.

Sobre la electricidad, se planteó en dos tractos, uno que ya prácticamente está terminado, y falta una segunda etapa; no obstante, si bien las áreas donde se completó lo de la infraestructura ya están habilitadas con lámparas, en otras áreas que no han sido aún remodeladas sí están habilitadas con luz eléctrica.

Por su parte, Carlos Calderón, presidente de la Junta, afirmó que si bien lo del sistema eléctrico está prácticamente resuelto, encontraron un problema que no se tomó en cuenta cuando realizaron los planes de remodelación, que fueron los cielos rasos, que dijo están en muy malas condiciones, por lo que tomaron la decisión de quitarlos, “no se pueden poner lámparas nuevas sobre eso que ya no sirve”. El problema, según Calderón, fue que si bien la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE) autorizó que se votaran esos cielos rasos, “lo hizo bajo nuestra responsabilidad y ahora tenemos que ver de qué manera ponemos el cielo raso nuevo; vamos a tratar de hacer un presupuesto e intentar que lo apruebe el DIE, pero si no tendremos que hacer actividades para hacerlo”.

Por su parte, Barboza dijo que la actual Junta está unida trabajando por el colegio, y que hay padres que han mostrado estar dispuestos a ayudar si se trabaja con planificación y objetivos claros. “El colegio tiene prioridades que se deben atender”, explicó señalando que actualmente hay aproximadamente 900 estudiantes.

Con respecto a lo que falta, dijo que la segunda etapa, remodelación de otros pabellones, rampas y otros va a llevar más tiempo, pero quedaría listo para el segundo semestre, porque pretenden terminar este año.

El Coronadeño le hizo la consulta al Área del Salud de Coronado, a través del departamento de prensa del Ministerio, y contestaron, sobre este caso del Liceo de Coronado, que “en seguimiento a su consulta, la Dirección del Área Rectora de Salud de Coronado, nos indica que actualmente el Liceo de Coronado no cuenta con permiso sanitario de funcionamiento, esto debido a que el cumplimiento de las órdenes sanitarias ha sido de forma parcial.  

 “A la fecha no se ha recibido comunicación de parte del representante legal del centro educativo sobre avance en las obras faltantes. Sin embargo, se programará en coordinación con el MEP una visita para determinar la situación actual de las obras”. 

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Para instalar las nuevas lámparas tuvieron que quitar el cielo raso, que estaba en mal estado, ahora deberán ver cómo lo ponen nuevo.

Polémicas camisas

Consultada Melissa Barboza de la Junta de Educación del Liceo de Coronado, sobre algunas quejas que nos han hecho y han posteado en redes sociales padres de familia, con respecto a la camisa del uniforme, que costó ¢12.500 mil cada una, monto que consideraban un poco alto para una institución pública, además de algunas quejas del diseño, contestó que “somos una junta nueva, de la pasada solo quedan dos miembros (Carlos Calderón, presidente, y Luisa Vega, quien estaba por renunciar), nosotros solo fiscalizamos el proceso de recolección de dinero y entrega de uniformes, ya que la adjudicación, cartel, precio, el tema del diseño y demás fue tema meramente institucional.

Aseguró: “Personalmente he enviado correos a la administración del Liceo, para que me digan quién fue o qué grupo conformó el comité que eligió ese uniforme, porque él (el director Sue Chinchilla) me dijo verbalmente que habían sido profesores, estudiantes y padres de familia, pero nunca me lo dieron por escrito”.

Barboza dijo entender la molestia de muchos padres, “porque soy madre de una estudiante de ahí, y sí me pareció un poco caro pero tampoco fuera de rango, pero ya indagando más pedí información y supe que eso no vino de la Junta sino fue meramente administrativo”.

En cuando al diseño, del cual una de las críticas es que se parece mucho al uniforme de los empleados de la Municipalidad de Coronado, dice que les preguntó a unos chicos, sobre quién lo aprobó, y afirma que una muchacha le dijo que hubo una comisión.

“Si hubieran hecho una camisa sencilla solo con un bordado, hubiese salido en ¢8.500, pero como la hicieron termo sublimada toda completa, con unas tintas a calor eso aumentó su valor”.

Por su parte, Calderón dijo al respecto que “no es tanto lo caro sino el trabajo que llevan esas camisas que no se van a desteñir, más el diseño que lleva, que no fue la Junta la que lo escogió, ellos lo pidieron como lo quisieron”.

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El costo y el diseño de estas camisas crearon polémica.