El próximo 1 de mayo tendremos nueva alcaldesa, la primera en la historia de este cantón, y un nuevo Concejo Municipal en el cual repetirán muy pocos concejales, abriéndose la oportunidad de que la Municipalidad cuente al fin con un grupo de personas que puedan trabajar unidas, en aras de trabajar por Coronado, cuando ya casi se cumple el primer cuarto de este siglo.

El concejo saliente, que incluye alcaldía, regidores propietarios y suplentes, síndicos, secretarias, abogado, técnicos, etc. solo se puede resumir de una forma: un ring político, en el que no hubo vencedores ni vencidos, solo contrincantes, y donde el gran perdedor fue el pueblo de Coronado.

Había tanto qué hacer, que no se hizo nada, o por ser benévolo, demasiado poco, porque si se hiciese un estudio de cuántas horas se gastaron discutiendo temas como el de las becas, un bien para los estudiantes, un tema de conflicto para los concejales, discusiones en las rendiciones de cuentas, en la aprobación de presupuestos, salario global, contratación de maquinaria nueva, que aquel equipo de fútbol dé cuentas, que si las ha dado, que si no las ha dado, que si el Comité de Deportes sirve, no sirve o medio sirve; que el alcalde debe tomar sus vacaciones o  que no, que el asesor legal es creíble para un grupo y poco o nada creíble para otro y en medio de este show, transmisión en vivo todos los lunes por Facebook Live.

Yo no quiero, ni me interesa entrar en el fondo de estas discusiones que duraron cuatro años, y donde en este ring, hasta varios contrincantes cambiaron de equipo, unos para allá, otros para acá y etc. Tampoco quiero señalar víctimas o culpables, cada quien conoce su puesto en esta historia, pero está claro que hubo una tremenda y lamentable falta de diálogo, por un orgullo (porque no quiero pensar que hubo mala voluntad) por ceder un poco y desentrabar las mil y una situaciones que provocaron que este Concejo no avanzara.

Ahora, no más echar más sal en la herida o poner el dedo en la llaga, porque por dicha esto se terminó. Yamileth Quesada, la nueva alcaldesa, encontrará una situación difícil y requerirá de un Concejo, esperamos, saneado de esta mala experiencia. Mi mensaje a los nuevos concejales es que por ningún motivo repitan los errores de sus antecesores y que al final de cada sesión, dure esta dos horas o cinco, se sientan satisfechos de haber aportado algo positivo para nuestro cantón. Entiendan, no es que en un concejo no se discuta, no haya gente que piense diferente de una u otra situación, o se tengan que abocar a situaciones anómalas que están sucediendo, o quieran exponer sus criterios sobre la mejor forma de distribuir los ingresos, o en cuáles son las prioridades, por supuesto que esos son temas, pero una cosa es discutirlos, y otra pasarse la vida discutiéndolos. Todos los temas tienen que tener una solución, un “hasta aquí” y sigamos adelante. Igualmente, cuando alguien trasgrede la ley, acusarlo y punto, con las pruebas en la mano y no con largas horas de decir y no decir nada.

Por último, a los nuevos regidores mi recomendación, voten a conciencia, yo creo en la honestidad de las personas que llegan y que la demostrarán con sus decisiones, y tengan en cuenta que la línea de partido, los acuerdos y grupitos extrasesiones, nada bueno dejan, porque es el regidor, él solo, como la persona por la que los coronadeños votamos y pusimos ahí, quien debe votar según su conciencia,  porque cuando no se hace así, siempre alguien impone su criterio y el resto solo levanta la mano.