Hacer o no hacer

El nuevo puente peatonal que comunica a la Calle de la Máquina con la zona de los Alpes y la reinauguración del salón comunal de Dulce Nombre, temas que llevamos en esta edición, nos alegra mucho porque es lo que uno desearía estar informando siempre; obras nuevas y útiles y no los interminables e insulsos pleitos politiqueros, que no conducen a nada más que perder tiempo y recursos.
Coronado necesita ponerse en positivo, sin que eso signifique dejar hacer y dejar pasar, hay que estar atento si algo no está bien, pero algo que valga la pena, no siempre andar buscando el punto negro en la sábana blanca, ni que todo sea perfecto, sino que si te vas a detener que sea por algo que lo merezca.
Hay situaciones que realmente merecen una solución. Por ejemplo, da pena ver a un vecino del Rodeo que ha llegado durante los últimos 10 años, incontable cantidad de veces, para ver cómo puede invertir en su terreno, y primero el Plan Regulador, y ahora, 10 años después AyA negándole la disponibilidad de agua y hasta que haga su propio agujero en su tierra para buscar ese líquido que sobra en Coronado, lo tienen con las manos atadas y esa situación o alguna similar afrontan muchas familias en el cantón. Qué bueno sería encontrar una solución a esos problemas que pareciesen no tener fin.
Por otra parte, está el hecho de que ya vamos por medio año y todavía no se oye nada del nuevo Plan Regulador, del que supuestamente estábamos a las puertas, y lo peor es que, por lo que se oye, es un plan que aún sin nacer ya lleva un signo de interrogación sobre su espalda, y uno no quiere ni pensar que tras esperar 20 años, no vaya a ser lo que el pueblo ha esperado y necesita.
Por otra parte, tenemos un Coronado donde AyA hizo infinidad de huecos para instalar un acueducto, desde hace casi 10 años, y a la fecha no se tiene ni idea de cuándo se pondrá en marcha ese millonario proyecto, hecho con un préstamo que seguramente ya se nos está cobrando a los costarricenses, y lo peor, que requerirá un proceso de implementación por los abonados que ya está más que retrasado y que representa toda una incógnita, puesto que requerirá de una inversión del abonado, que muy posiblemente este no quiera o no pueda hacer.
Así somos, así son nuestras cosas, así es nuestro diario vivir; por eso uno se alegra cuando ve cosas nuevas y buenas, que demuestran que está en las personas que toman decisiones, el querer hacer o no hacer.