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Año electoral

Aproximadamente en un año, los coronadeños volveremos a las urnas para elegir al nuevo alcalde del cantón; regidores, síndicos y concejales, un deber que solo un reducido porcentaje de la población votante asumirá con responsabilidad, porque el abstencionismo es el que marca la pauta en estas votaciones.

Es como si a los coronadeños no les interesara quién llega a la Municipalidad y se han resignado a que sea cualquiera o siempre los mismos, igual les da, pero igual pasarán berreando los cuatro años quejándose de que no hay alcalde para esto ni para lo otro.

Debido a ese desinterés de la población, para quedar como alcalde en el cantón de Coronado solo se necesitan unos cuantos miles de votos y al final un 30% de votantes eligen, y aunque el otro 70% prefirió otras opciones, el 100% tienen que aceptar la “democrática” decisión de una minoría.

No hay elección más importante para un cantón que esta que viene, porque de ahí puede depender el desarrollo o el estancamiento de Coronado, según quiénes asuman la dirección municipal y el trabajo que lleguen a realizar.

En esto de los alcaldes y los concejos municipales hay dos tipos: los que llegan a servir y los que llegan a servirse, los primeros llegan a trabajar y los segundos a cobrar un jugoso salario.

Los grupos políticos de Coronado tienen la obligación de buscar a los mejores representantes, no para sus intereses partidistas sino para el cantón, y que los coronadeños tengan dónde escoger la mejor opción para dirigir al cantón.

Lo cierto es que Coronado requiere de cambios urgentes: un plan regulador que desde hace 19 años debió ser actualizado y hoy en día es más un obstáculo que una conquista, que permita generar más fuentes de trabajo mediante el desarrollo comercial e industrial de la zona; porque si bien muchos desean que Coronado se quede igual para siempre, lo cierto es que un cantón que no emite respuestas positivas a sus habitantes, solo genera miseria y conflictos sociales.

Quien llegue a la Municipalidad deberá enfrentar unas finanzas en zona de desastre por juicios perdidos y por perder que se traducen en millones de millones de colones que salen del bolsillo de los coronadeños, y que injustamente se restan a las obras sociales, a la infraestructura, a las calles.

El próximo alcalde y el gobierno municipal, si se llegara a aprobar la actualización del Plan Regulador, deberán decidir qué hacer con las decenas, muy seguramente cientos de construcciones ilegales que hay en el cantón y que es impensable destruir, por lo que alguna solución se tendrán que inventar para salir de ese atolladero.

El nuevo alcalde deberá lidiar con un Comité de Deportes sin suficientes recursos para crear infraestructura deportiva en el cantón, con un plan de becas desfinanciado por los constantes recortes, con dos o tres sindicatos exigiendo aumentos salariales, con una morosidad que se encamina hacia los ¢3 mil millones y cuidado si no, con un Concejo que sea una zona de guerra en lugar de ideas.

El panorama para el nuevo líder de los coronadeños no es nada fácil ni agradable, pero lo cierto es que alguien tiene que hacerse cargo y la diferencia está si ese alguien viene a trabajar por el pueblo o a ganarse el jugoso salario. En el uno, hay esperanza, en el dos, nos llevó la trampa.

Por eso, coronadeños no se trata solo de ir a votar, sino de hacerlo por la mejor opción. Estas elecciones tendrán la característica de que hay un alto porcentaje de posibilidades de que haya un alcalde nuevo, o sea que por primera vez acceda a ese puesto, ya que en los últimos 30 años el puesto se ha compartido entre dos personas, una de las cuales, el alcalde actual, Rolando Méndez (4 veces) no podrá participar por el fallo de la Sala Cuarta, aunque el otro, Leonardo Herrera (3) si lo quisiese y fuese elegido por su partido, sí podría optar otra vez.

La elección no será en febrero 2024, en esa ocasión solo se depositarán los votos, la elección de las mejores personas para los cargos que están en juego es ahora, ya, porque si no elegimos bien, luego tendremos que votar por el menos malo.

Si usted pertenece a una agrupación política, preocúpese ahora por cuáles candidatos va a presentar su partido, no deje eso solo a los políticos, porque Perico de los Palotes siempre está disponible para aparecer donde los votantes no fueron capaces de poner un buen nombre.

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