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Una vida por el folclor

María Isabel Araya ha dedicado más de tres décadas y media a fortalecer la identidad cultural de su comunidad.

Jean Carlo Arroyo Brenes

Para: El Coronadeño Hoy

Isabel Araya con las personas que integran actualmente Proyección Folclórica Yorustí.

En el corazón de Vázquez de Coronado, una figura ha tejido con hilos de música, danza y tradición un legado invaluable que trasciende generaciones. Se trata de María Isabel Araya Espinoza, una mujer que ha dedicado más de 35 años de su vida a fortalecer la identidad cultural de su comunidad. Hoy, a sus 62 años, continúa activa, liderando nuevos proyectos con la misma pasión de cuando comenzó.

Su historia en el arte inició en 1986, cuando comenzó a colaborar en la Escuela Manuel María Gutiérrez, en San Pedro de Coronado, con un grupo folclórico. Aquella primera experiencia sería el punto de partida de una carrera cultural vibrante y transformadora. Solo dos años después, en 1988, fundó el Grupo de Proyección Folclórica “Así es mi Tierra”, agrupación que lideró durante 21 años, promoviendo la danza y la música tradicional costarricense con orgullo.

Multifacética

Isabel Araya no solo ha sido directora de grupos culturales; su aporte ha sido integral. A lo largo de los años ha asumido múltiples roles: productora cultural, facilitadora de talleres de elaboración de máscaras tradicionales, docente de danza folclórica, diseñadora y confeccionista de trajes típicos costarricenses. Esta versatilidad le ha permitido impactar comunidades no solo en Coronado, sino en diversas partes del país e incluso fuera de nuestras fronteras.

Su compromiso ha trascendido los límites geográficos, convirtiéndose en una embajadora cultural que lleva la esencia de Costa Rica a escenarios internacionales, donde ha representado con orgullo las tradiciones de su tierra natal.

Uno de sus aportes más significativos a la comunidad coronadeña es el disco “Coronado es una canción”, una producción discográfica que rescata la música local y fortalece el sentido de pertenencia. Esta obra incluye una grabación del Himno al cantón de Coronado, realizada con el valioso apoyo del profesor Roque Manuel Zúñiga y la Escuela de Música de Vázquez de Coronado.

Además, ha gestionado que Coronado sea sede de numerosos festivales folclóricos, tanto a nivel nacional como internacional, posicionando al cantón como un referente en el ámbito cultural costarricense.

El arte

Para Isabel, el arte es mucho más que entretenimiento: es una herramienta poderosa para el desarrollo social. “El arte transforma”, afirma, convencida de que los espacios de interacción artística generan comunidades más activas, solidarias y resilientes. La creación de grupos folclóricos ha sido clave para ofrecer a niños, jóvenes y adultos oportunidades de aprendizaje, expresión y recreación, alejándolos de contextos de riesgo y violencia.

Su camino no ha estado exento de desafíos. La falta de financiamiento y de infraestructura adecuada ha sido una constante en su labor. Montar espectáculos de calidad en Coronado ha resultado complicado por la carencia de espacios físicos que cuenten con las condiciones necesarias para artistas y público. Además, la búsqueda de lugares para ensayar ha sido un obstáculo recurrente.

Afortunadamente, el préstamo del Anexo de la Municipalidad ha ofrecido una solución parcial, brindando un espacio fijo donde los jóvenes pueden ensayar de forma segura. Este tipo de apoyo es fundamental para sostener el trabajo cultural comunitario.

 “Cada trabajo, cada presentación, cada festival tiene algo significativo que lo hace único”, dice con una sonrisa. Para ella, no hay mayor recompensa que ver a una comunidad vibrar de felicidad y orgullo a través del arte.

Lección de vida

Su experiencia le ha enseñado valiosas lecciones sobre el trabajo colaborativo. Insiste en que el trabajo en equipo es esencial, que cada persona debe asumir con responsabilidad su rol y que el respeto entre artistas y agrupaciones es clave para alcanzar metas comunes. Para Isabel, el bien de la comunidad siempre debe estar por encima de los intereses individuales.

Si algo motiva a Isabel hoy es concretar un anhelo que ha perseguido durante años: la creación de una Casa de la Cultura en Coronado. Imagina un espacio abierto para todas las manifestaciones artísticas, donde pintores, músicos, bailarines y manualistas puedan aprender, ensayar y presentar sus obras. “Una Casa de la Cultura sería un espacio creativo que transformaría aún más a nuestra comunidad”, afirma.

Actualmente, con el Grupo Yorustí, fundado en 2023, Isabel forma parte de una organización internacional con la que planea realizar intercambios culturales con países hermanos. Esta red permitirá que más artistas locales vivan experiencias enriquecedoras fuera del país, y que Coronado continúe siendo un referente cultural de Costa Rica.

A las nuevas generaciones, les deja un mensaje lleno de sabiduría y esperanza: “El camino en el ámbito cultural no es fácil, pero sí muy satisfactorio. Sean perseverantes, no se desanimen ante los obstáculos. Busquen apoyo y aprendan de quienes han recorrido este sendero antes que ustedes”.

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