La realidad de la economía costarricense
Alberto Bermúdez
Ing. Eléctrico
Para El Coronadeño Hoy
El problema económico número uno de la sociedad costarricense es la deuda de 50 mil millones de dólares que el país adquirió en el transcurso de los últimos 15 años.
Cada año cuando se aprueba el Presupuesto Nacional, se establece que la mitad aproximadamente, se destinará al pago de intereses de esa deuda. Este monto para pago de intereses debe ser cubierto con préstamos, ya que los ingresos tributarios apenas cubren la otra mitad del presupuesto, que es la que se destina a los gastos corrientes del Gobierno.
Estos préstamos se tienen que sumar año con año a la deuda principal. La deuda crece más y al siguiente año el pago de intereses aumenta.
En el año 2019, se aprobaron leyes para corregir este problema; entre los lineamientos están: restringir el gasto del gobierno central y aumentar la eficiencia del cobro de los tributos. Estas reducciones en el gasto e ingresos nuevos por la eficiencia en el cobro se destinan a pagar parte de los intereses de la deuda. Esto ayuda a gestionar menos préstamos para pagar intereses y evita que aumente la deuda principal.
Realizar pagos a la deuda principal es casi imposible, la única forma es vender activos para tener dinero propio y abonar a la deuda. Otro lineamiento es el crecimiento de la economía, que permite que la deuda disminuya con respecto al PIB. Esto ayuda a captar mayores tributos por crecimiento de la economía, lo que junto con los ahorros del límite de los gastos del Gobierno permitirá que a futuro los nuevos ingresos tributarios producto del desarrollo y los ahorros del gasto del Gobierno paguen los intereses y no sea necesario pedir préstamos para pagar intereses.
Esta disminución de la deuda con respecto del PIB permite que se aumente el gasto del Gobierno, si se cumplen los siguientes parámetros, cuando la deuda en el año 2025 llegue a un 60% del PIB, el gasto del Gobierno puede aumentar con límites.
Para el año 2030, el objetivo es que la deuda llegue a un 50% del PIB. Esto permite mayor crecimiento del gasto del Gobierno con límites.
Para el año 2035, el objetivo será que la deuda llegue a un 40% del PIB. Esto permite que se aumente el gasto del Gobierno dentro de ciertos límites.
Para el año 2040, el objetivo es que la deuda llegue a un 30% del PIB.
A partir de este punto se considera que el 30% de deuda es un valor manejable.
Si la deuda baja porcentualmente con respecto al PIB, no significa necesariamente que el valor de la deuda como valor nominal disminuya.
Se puede observar que la situación de tener semejante deuda (desarrollada en los últimos 15 años) puede mejorar parcialmente, pero se necesitan 15 años de gran disciplina en crecimiento de la economía, crecimiento de la recaudación de tributos y racionalización y eficiencia del gasto del Gobierno.
En el año 2023, los intereses que generó la deuda principal fue una suma cercana a los 4 mil millones de dólares.
Con las economías logradas con el control del gasto, se pagó intereses por 1,4 mil millones de dólares y se pagó intereses vía préstamos por 2,6 mil millones de dólares. ¿Cuántas necesidades se pudieron haber cubierto con ese recurso?
Como sociedad estamos pagando un precio altísimo por una deuda escandalosa. ¿Cómo se produjo esta situación en los últimos 15 años? Durante los años 2009 y 2010 se aplicaron en el país, una serie de medidas políticas y económicas, para contrarrestar la crisis mundial del año 2008, como aumentar el gasto del Gobierno y su planilla, disminuir los ingresos del Gobierno. Estas medidas para el año 2012, habían creado un gran déficit fiscal, que acumuló una gran deuda del Gobierno a través de los años (antes de esta decisión, el déficit fiscal era cero).
Para el 2006, la deuda del Gobierno era de 5 mil millones de dólares. Para el 2010, la deuda era de 10 mil millones de dólares, 2014, $14 mil millones, 2018, $28 mil millones de dólares, 2022, 46 mil millones de dólares, hasta llegar al 2023 a los $50 mil millones.
Durante este período, se intentó aprobar una reforma tributaria para detener esta bola de nieve y no fue hasta el 2019 que se aprobaron leyes con las que se lograron algunos objetivos en los años 2022 y 2023.
Se requerirá de un largo plazo para revertir la situación de crecimiento de la deuda, como se mencionó anteriormente.
En la gráfica adjunta se observa claramente, cómo a partir del año 2009, las curvas de ingreso y gasto se invierten (más gastos y menos ingresos). Situación que se revierte hasta el año 2021, con ingresos mayores que los gastos en los años 2022 y 2023. El gráfico es el Ingreso/Gasto del Gobierno sin los intereses.
La gran meta es que los ingresos alcancen para pagar el gasto del Gobierno y la totalidad de los intereses. En ese punto la deuda no crecería más.
En el gráfico hay que tomar en cuenta que los porcentajes son con respecto al PIB. El PIB en el período del gráfico creció de 20 mil millones de dólares a 80 mil millones de dólares. Esta es la razón de que la deuda crece casi que exponencialmente y se convierte en un tsunami imparable.
Un dato interesante en este período es que mientras la economía crece 4 veces (de 20 mil millones de dólares a 80 mil millones de dólares), la deuda crece 10 veces (de 5 mil millones de dólares a 50 mil millones de dólares).
Otro dato es que durante ese período, también fue necesario el financiamiento de una parte del gasto corriente (pecado mortal).
*Conclusiones que se derivan de la lectura y comprensión de varios artículos publicados a nivel nacional.